La música de América Latina, también llamada música latinoamericana, música latina o “ritmos latinos”, es la música cultivada en los países de América Latina. Esto incluye los géneros autóctonos de la región, como el bolero, la salsa, la bossa nova, la música tropical, el merengue, o la bachata, entre otros, y también los géneros que derivan de estilos más internacionales como el pop, rock y jazz latinos.
El término empleado popularmente “música latina” (latin music en inglés) se empezó a utilizar a partir de los años 50 en los Estados Unidos para referirse a los ritmos musicales típicos de América Latina, buscando una diferenciación entre los estilos de origen afroamericano de los afrolatinoamericanos. En este sentido, se considera que hacen parte de la música latina un gran número de géneros: el merengue, la bachata, la salsa, el dancehall, el Grimey, la bossa nova, la cumbia, el tango, el fado, la milonga, el rock latino; desde la música norteña de México a la sofisticada habanera de Cuba, desde las sinfonías de Heitor Villa-Lobos a los sencillos sonidos de la quena. El único elemento en común que tienen estas músicas es el uso de los idiomas latinos, predominantemente el español y el portugués de Brasil, aunque en este último país se prefiere el término música de América Latina.
Es un neologismo de origen angloamericano que está en directa relación con el uso del término Latino en los Estados Unidos, y que hace creer que se trata de un solo género musical que engloba a todos los países al sur de los Estados Unidos y que incluiría a la vez tanto música amerindia, músicas criollas, músicas afroamericanas, así como música moderna y pop rock interpretada por cantantes originarios de estos países, pero también, aunque vagamente, el concepto de música latina también se hace extensivo a la música de España y ocasionalmente a la de Italia. Si se emplea en términos estrictos, abarcará a la música de los países latinos de Europa, y en una interpretación forzada a la de los países de África y Asia ex-colonias de España, Portugal y Francia
Para algunos, la expresión “música latina” designa por igual a las músicas andinas que son en su mayoría de origen indígena y a los géneros caribeños que, estrictamente hablando, no son latinos y tienen un gran componente africano, tal como la música jamaiquina, la música de Trinidad y Tobago (calypso/soca), y la música creole de Haití, Guadalupe o de la Martinica.
Para los medios de comunicación y la mayoría del público, la música latina es esencialmente la interpretada en el idioma español, aunque también puede incluir otros géneros, así pues es normal encontrar en las tiendas de música que se ofrezca como música latina cualquier género sin mayor diferenciación.
Por estas razones, el término música de América Latina es más idóneo y preciso que el neologismo música latina.
El término música latinoamericana es usado en medios musicales europeos para referirse también a la música clásica que fue compuesta en países de América Latina durante el periodo colonial (s. XVII-XIX).En su forma más generalizada, la música Latina se corresponde a los bailes y músicas populares originarios de América latina o que simplemente son interpretadas en español.
Existen diversos estilos de música latina en el continente americano, en los cuales predomina en diferente grado elementos musicales europeos, africanos o indígenas. En el pasado habían sugerido posiciones extremas, como que la música latina estaba privada de la influencia africana, o por el contrario, que era puramente africana y carecía de elementos indígenas y europeos. Hoy en día, está generalmente aceptado que los ritmos latinos son sincréticos. Específicamente, las formas españolas de composición de canciones, los ritmos africanos y la armonía europea son partes importantes de la música tropical latina, así como de los géneros más modernos como el rock, el heavy metal, el punk, el hip hop, el jazz, el ska, el reggae y el R&B.